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Vía Verde del Cidacos

Antigua línea del ferrocarril de vía estrecha que unía Calahorra con Arnedillo en 34km y su desvío de 4km desde la estación de Ariñano hasta Préjano.

El ferrocarril, o trenillo como se conocía popularmente, se utilizaba para el transporte de mercancías (carbón de las minas de Préjano y piedra caliza de Arnedillo) y de pasajeros y estuvo funcionando hasta 1966.

Actualmente se ha recuperado como Vía Verde, pudiéndola realizar caminando, en bicicleta o a caballo.

Vías Verdes

Historia del ferrocarril

El ferrocarril de Calahorra a Arnedillo tuvo una historia bastante agitada.

La comarca del Cidacos, al comienzo de los años veinte, empezó a experimentar un proceso de industrialización que, sumado a la feracidad de sus vegas, hacía muy atractivo el crear un ferrocarril que diera salida a la producción del valle. Así, la Sociedad de Ferrocarriles Eléctricos obtuvo en 1920 la concesión de una línea desde Calahorra hasta Préjano.

Además de servir a los fines citados, en Préjano se cargaría el mineral procedente de unas minas que llegaba a este lugar por un ramal de vía minera de 5km de longitud. El tramo hasta Préjano fue inaugurado en 1924, aunque dos años antes ya habían llegado los primeros trenes hasta Autol.

A pesar del nombre de la empresa concesionaria, el ferrocarril nunca llegó a electrificarse, aunque se presentó un proyecto a tal fin. Dificultades de la empresa concesionaria provocaron el abandono del servicio en 1935.

En 1938, en plena guerra civil, el Estado asumió la gestión del cerrado ferrocarril y se iniciaron los trabajos para su reapertura. En el año 1942 se restableció el servicio desde Calahorra hasta Arnedo y en 1947 se terminó la construcción del ferrocarril, llegando los trenes hasta Arnedillo.

Dos décadas más tarde, el ferrocarril arrastraba una gran crisis, ya en manos de FEVE, siendo definitivamente clausurado en 1966. Casi 30 años después del cierre, el ferrocarril de Arnedillo vuelve a ser noticia. El Ministerio de Medio Ambiente y el Gobierno de La Rioja acondicionaron el trazado de este olvidado ferrocarril como Vía Verde en 1998.

Un año después, el gobierno regional asumió la recuperación del pequeño ramal de Préjano, que une el valle del Cidacos con esta modesta localidad minera.

Datos

  • Longitud: 34km.
  • Tipo de firme: Asfalto y zahorra compactada.
  • Dificultad: Baja.
  • Infraestructura: Vía Verde. 2 túneles y 2 puentes.
  • Medio: A pie, en bici o a caballo.
  • Época recomendada: Todo el año.
Mapa de la Vía Verde del Cidacos

Km 0

La ruta comienza en Calahorra, a orillas del Ebro. Una vez visitado el pueblo nos dirigimos al parque del Cidacos, lugar donde inicia nuestra Vía Verde. Desde aquí el recorrido nos conduce a la cercana autopista, que se atraviesa por un paso inferior.

Al otro lado del paso se ofrecen dos alternativas:

Una de ellas, ajustada al trazado del ferrocarril y sobre la que discurre el itinerario principal de la Vía Verde, remonta hacia la derecha en paralelo a la autopista hasta llegar al cruce con la carretera de Arnedo. En el km 1,7 está el yacimiento arqueológico del Cerro Sorbón, restos de un antiguo poblado íbero que está en permanente excavación y no puede ser visitado. Hasta Autol la traza original ha recibido un tratamiento asfático para facilitar su uso por parte de los ciclistas.

La segunda opción se recomienda especialmente a los peatones. Parte también del paso inferior que cruza la autopista en Calahorra y sigue de frente por una pista de tierra que conduce hasta el embalse El Perdiguero, humedal de cierto valor ecológico.La pista prosigue al pie de los crestones arcillosos del Cerro Agudo.

Km 9,3

Las dos rutas confluyen en el km 9,3, en la entrada de Autol. En este punto la traza deja de estar asfaltada y continua hacia Arnedillo con un firme de tierra compactada. La Vía Verde prosigue al otro lado de la carretera, por lo que hay que prestar mucha atención al cruzarla. Superado el cruce, la vía se resiste a entrar en el pueblo, famoso por sus hermanadas siluetas pétreas del Picuezo y la Picueza, pareja de crestones rocosos.

Si decidimos entrar en el pueblo tenemos que tener presente que la ruta prosigue desde la estación de ferrocarril (km 11,7). Desde allí unos olores no deseados hacen que apretemos el paso: se trata de unas lagunas de decantación de aguas residuales de gran valor ecológico, puesto que evitan la contaminación de los ríos de la zona.

Km 12,4

Llegamos a la boca norte del túnel del Gollizo, una larga galería de 575 metros de longitud que está iluminada. Aún así aconsejamos, sobre todo a los peatones, que llevan linterna por si la luz se apaga en mitad del túnel. A la salida hay que ir con precaución porque nos cruzamos con la carretera LR 115, vial de elevado tráfico con vehículos que circulan a gran velocidad. Tras cruzar la carretera nos encontramos en la vega del Cidacos propiamente dichas. Huertas a izquierda y derecha y algunos vehículos con autorización para llegar hasta sus tierras.

Km 15

Así llegamos a Quel, donde la Vía Verde abandona su trazado original y nos acerca hasta el río, donde podemos observar las bodegas excavadas en las tierras blandas de la orilla. La señalización es un poco deficiente, por lo que hay que estar atentos para no despistarnos.

Nos dirigimos hacia Arnedo, en el km 19. La travesía de Arnedo requiere prudencia. Por eso la nueva Vía Verde se desvía del original trazado ferroviario, engullido por las calles de la localidad, y presenta una alternativa más que agradable.

A 200 metros de los antiguos talleres del ferrocarril, a la entrada de Arnedo, un sinuoso camino entre huertas nos aproxima al curso del Cidacos. En el km 20,7 llegamos bajo el puente de la carretera de Cornago. En este lugar el itinerario atraviesa un nuevo parque ribereño de 3,4 km de longitud. Desde este tramo también se tiene acceso al santuario de Vico (km 23,9). La Virgen de Vico es objeto de gran devoción en esta comarca.

Perfil de la Vía Verde del Cidacos

Km 24,5

Finalizada la travesía junto al río retomamos el trazado del ferrocarril. Camino de Herce la vía prosigue sin presentar problemas. En el km 27 está situada la estación de Herce, reconvertida en albergue juvenil para grupos. Desde aquí la vía inicia una suave remontada. A nuestros pies, el valle del Cidacos.

Km 30

La vía llega a la estación de Préjano, desde donde parte un ramal que conduce a la localidad de Préjano: la Vía Verde de Préjano. Superada la estación, la vía enfila el último tramo y el más espectacular: el cañón de Arnedillo.

La traza, asfaltada de nuevo, cruza dos veces la angosta carretera de Préjano, pegándose a los farallones calizos de la Sierra de Préjano. En las escarpaduras del cañón vive tal colonia de buitres leonados, que ha sido catalogado como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves). Unos 500 metros antes de llegar a Arnedillo junto a la Vía Verde, existe un pequeño Centro de Interpretación "Mirador del Buitre" habilitado para la observación de estas aves y dotado de una videocámara.

Al otro lado del puente construido expresamente para esta ruta, la vía se introduce en el segundo túnel del recorrido. 550 metros de galería perfectamente iluminados, aunque si se prefiere existe un camino en pararelo para esquivarlo.

Km 34

La estación de Arnedillo es la última sorpresa de la Vía Verde, pues ha sido rehabilitada como piscina municipal. Frente a este conjunto, en la otra orilla del río, las humeantes piscinas de los baños termales de Arnedillo son todo un espectáculo del que se puede disfrutar libremente.