El Centro de Interpretación del Alto Valle del Cidacos se encuentra ubicado en la localidad de Arnedillo, a pocos pasos de Casa Rural Las Pedrolas.
Visita obligada para tener una primera visión global de toda la zona y planificar nuestras excursiones de manera adecuada.
Ocupa la primera planta del edificio del antiguo lavadero, que fue completamente rehabilitado en el año 2007, lugar que también albergó tiempo atrás la escuela de niños y que actualmente comparte con la Oficina de Turismo de Arnedillo.
El Centro ofrece a los visitantes una completa información, distribuida en paneles y audiovisuales, sobre la riqueza medioambiental del valle, cultural y patrimonial de la zona y también de la Reserva de la Biosfera. Está compuesto por 5 bloques temáticos principales:
En el apartado de naturaleza destaca una presentación del Mirador del Buitre, desde el que se pueden observar los buitres leonados y otras aves que anidan en los roquedos de Arnedillo.
Se presentan varios recorridos por los yacimientos de icnitas que salpican el valle y califica de imprescindibles las visitas a los yacimientos de la Virgen del Campo y Valdecevillo, en Enciso, o Peñaportillo, en Munilla.
No podía faltar tampoco una mención especial a las aguas termales y el balneario de Arnedillo y tampoco una referencia a la artesanía y antiguas industrias que funcionaron en el valle.
La arquitectura popular, con neveras, terrazas, chozos, tenadas, colmenares y viviendas, centra otro de los espacios del Centro, que destaca también otros puntos de interés del entorno, como las cuevas de Santa Eulalia o las ermitas e iglesias que se conservan en los pueblos.
También dispone de juegos infantiles para hacer la visita más atractiva a los niños.
Toda la información actualizada en el teléfono 941 39 42 26.
Casa señorial muy acogedora. La casa, una casa antigua señorial, es muy acogedora, y tuvimos la suerte de ser los únicos huéspedes. Además de la habitación, disfrutamos mucho del salón con chimenea. El dueño fue muy amable y te informa muy bien de todo lo que hay que ver por los alrededores. Sin ser una crítica, se echa en falta que no se sirviera allí el desayuno, sino en un restaurante cercano, propiedad también del dueño del hotel. Sí debo añadir que el desayuno era estupendo.