Si por algua razón no tenéis la oportunidad de realizar el recorrido completo de las siete ermitas de Arnedillo, aquí os proponemos la ruta a la ermita de San Tirso, la más alejada del pueblo y posiblemente la más bella de todas.
Iniciamos la ruta en el aparcamiento que hay a la entrada de la Vía Verde. Para continuar por la Vía podemos recorrer los más de 600 metros de túnel que atraviesan el pueblo, o bordearlo por la senda que va paralela al río y que queda a nuestra derecha. Otra opción es acceder a la Vía desde la parte alta de Arnedillo, pero las huertas del Cidacos y el entorno de las pozas bien merecen "alargar" un poco el paseo.
A poco más de 200 metros del puente de hierro llegamos al cargadero de la antigua cantera donde hoy se ubica el Mirador del Buitre y centro de interpretación sobre esta especie. Su estratégica situación lo convierte en una inmejorable atalaya para ver, además de buitres, otras aves rupícolas habituales en los cortados calizos de la zona como el halcón peregrino, el águila azor-perdicera o el roquero solitario.
Cruzamos dos veces la carretera de Préjano y, antes de llegar a un tercer cruce, atravesamos un antiguo puente sobre el barranco que desciende de Peñalmonte.
Unos metros más adelante hay un mirador de madera al que nos podemos acercar para disfrutar de una bonita estampa de la vega del río Cidacos con sus pequeños bosquetes de ribera, las imponentes Peñas de Arnedillo y los cultivos en ladera y antiguos bancales que ascienden por la solana de sierra la Hez.
Regresamos al puente y bajamos hacia el lecho del barranco, que deberemos remontar para llegar a la ermita. El ascenso es cómodo. Nos acompañan los aromas del romero y otros matorrales de corte medirráneo, y el murmullo del agua que aflora en diversos puntos formando pozas y pequeños riachuelos y dando vida a otras especies como juncos, zarzas o aneas.
A poco más de 700 metros, a nuestra derecha, la fachada blanca de la ermita de San Tirso irrumpe en la paleta cromática de las paredes de conglomerado y arenisca roja. La zona de acceso a la ermita está vallada y equipada con bancos. Allí, mientras los mayores se toman un respiro antes de emprender el camino de vuelta, los más pequeños podrán divertirse en la pequeña cueva que hay junto a la entrada del santuario.
El sábado o domingo del último fin de semana de enero una multitudinaria romería, que parte de Arnedillo, reúne a los vecinos de la comarca. Se celebra una misa campestre en honor al Santo, comida popular y música.
Esta romería ya aparecía citada en 1845 en el Diccionario Geográfico-Histórico de Pascual Madoz: "Acude mucha gente de los pueblos inmediatos por considerar a dicho Santo como patrono contra tercianas cuya enfermedad aflige mucho al país". La tradición se sigue celebrando, aunque con un carácter más festivo y menos "curativo".
Sorprendente y encantador, el pueblo y la zona. La ubicación y la tranquilidad de la zona. Además de que está en el casco antiguo del pueblo, cerca De la Iglesia...