Arnedillo es un municipio de la Comunidad Autónoma de La Rioja (España) que cuenta con unos 470 habitantes. Se encuentra en La Rioja Baja a pocos kilómetros de Arnedo, entre las sierras de la Hez y Peñalmonte. Está atravesado por el río Cidacos, a una altitud de 665m sobre el nivel del mar.
Por la complicada orografía de la superficie del municipio, hay poco terreno para la proliferación de cultivos y la cría de ganado, por lo que la mayoría de sus recursos económicos provienen del turismo, gracias a la gente que se acerca durante todo el año a disfrutar de su balneario y pozas termales.
Son muy conocidas las aguas termales naturales que surgen en la superficie después de haberse filtrado a gran profundidad adquiriendo una alta temperatura (unos 52,5°C). Estas son aprovechadas por el balneario ubicado en la orilla derecha del río, a la salida del pueblo.
Santa Eulalia Somera es una pedanía situada a 5km de Arnedillo, junto a Santa Eulalia Bajera, pero perteneciente al municipio de Arnedillo.
La explotación de un parque eólico dentro del término municipal de Arnedillo, aunque de titularidad privada, supone una importante fuente de ingresos para el pueblo.
Sus orígenes se encuentran sobre el s.X. En el voto de Fernán González la población aparece nombrada como "Arnietello". En 1170 Alfonso VIII de Castilla daba a la catedral de Calahorra, siendo obispo Rodrigo, la villa y el castillo.
El obispo Juan Pérez llega a un acuerdo con el cabildo en 1224 por el que se hace con el señorío, pero en 1252 la villa se levantó contra él por no reconocerle como su señor, atacando su palacio y castillo. Los rebeldes fueron controlados y multados con 300 maravedies por las daños ocasionados, debiendo rendir juramento de vasallaje.
En 1366 Enrique de Trastámara fue proclamado Rey de Castilla. A cambio tuvo que conceder a sus aliados títulos y riquezas como pago por la ayuda recibida en su huida tras la derrota sufrida en la Batalla de Nájera. Por ello cedió Arnedillo a Juan Ramírez de Arellano.
El 18 de marzo de 1817 sufrió un terremoto que resquebrajó los montes circundantes y destruyó parte de sus edificios.
Arnedillo ofrece muchos encantos y reclamos a través de los cuales conocer la historia y formas de vida del municipio. Saliendo de paseo desde Las Pedrolas, podemos visitar:
El municipio es muy conocido por sus aguas termales, que fluyen por varios manantiales. Algunos de ellos son aprovechados por el balneario, cuyos orígenes podrían remontarse a época romana basándose en algunos vestigios encontrados. Otros manantiales son de acceso libre, conocidos popularmente como "Las Pozas".
El agua penetra en la tierra arenisca. Mientras toma profundidad va recogiendo diferentes componentes y aumentado su temperatura unos 3°C cada 100 metros, llegando a alcanzar unos 120°C al toparse con piedras calizas a unos 3.500 metros de profundidad. Al descender hasta los 4.000 metros se topa con arcillas impermeables sobre las que fluye hasta toparse con una nueva zona de calizas por la que asciende, llegando al exterior todavía caliente, a unos 52°C.
Estas aguas medicinales han sido clasificadas como clorurado sódicas, sulfatado cálcicas, bromuradas, con iones de magnesio, hierro, silicio y rubidio, radiactivas e hipertermales.
En las calles de Arnedillo, se encuentran una serie de coloridos murales que narran la historia y la cultura de la localidad. Pintados por Carlos López Garrido, cada mural representa un aspecto diferente de la identidad local:
Estos murales no solo embellecen las paredes del pueblo, sino que también cuentan su historia y promueven su identidad. Invitan a residentes y visitantes a sumergirse en la riqueza cultural y natural de Arnedillo, creando recuerdos duraderos de su experiencia en este encantador rincón de La Rioja.
Fue construida a principios del s.XVI sobre una iglesia gótica anterior. El pórtico y el coro alto fueron realizados a finales del mismo siglo o comienzos del siguiente. La sacristía y la parte superior de la torre son del s.XVIII.
El edificio, construido en sillería con muros de 1 metro de espesor, consta de tres naves a igual altura, cubierto con crucerías estrelladas, sobre arcos apuntados y pilastras redondas, exentas y adosadas, con entablamento por capitel. El suelo actual de la Iglesia se encuentra a unos 3m sobre el antiguo.
El retablo mayor de 1560 es renacentista y está dedicado a San Servando y San Germán, que curiosamente se encuentran vestidos con el traje de los "Tercios de Flandes". Cuenta también con los retablos laterales barrocos de la Virgen del Carmen, San Joaquín y Santa Ana.
Destaca una talla románica del s.XIII, procedente de la ermita de la Virgen de Peñalba, a la que se la cortó la cabeza, siendo repuesta en el s.XVIII. El órgano es del s.XVII con añadidos de los s.XVIII y XIX.
Fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 28 de junio de 1984 por su belleza y singularidad.
Puente de un ojo de medio punto asentado sobre roca. Se cree que podría ser de finales del s.XVI, realizado en sillería y mampostería.
Se encuentra al norte de la villa junto a un puente ubicado en el camino que conducía de Yanguas a Arnedo. Su construcción es probablemente del s.X y su función sería la de vigilar el paso entre el alto valle del río con la tierra de Arnedo.
Fue residencia de verano de los Obispos de Calahorra y posteriormente cárcel de clérigos rebeldes. A mediado del s.XIX se le llamaba castillo Lombera.
Realizado en sillarejo y mampostería, de él se conserva una torre de planta cuadrada, una muralla que la une con las rocas del monte y el comienzo de otro muro. Además, en la base del cementerio que junto a él se encuentra, hay vestigios de antiguos muros que serían de la antigua fortaleza.
El Corazón de Jesús es un monumento de origen católico que corona el monte del mismo nombre y al que se puede acceder tanto desde el pueblo como desde el balneario. Partiendo desde el balneario, se sube por el pinar, se pasa por dos miradores bordeando la ladera hasta llegar a la cima donde está la capilla del Corazón de Jesús.
Desde su cima se puede disfrutar de espléndidas vistas del propio Arnedillo, las Peñas y sus alrededores.
Se desciende por la parte delantera de la montaña, por el zigzagueante camino del pinar hasta llegar al puente que enlaza con la Vía Verde por donde se sigue hasta las Piscinas Municipales. La duración del recorrido es de aproximadamente 1 hora.
Una escapada con encanto. Sobretodo el trato fue increíblemente bueno, la ubicación perfecta para todas las actividades que podíamos hacer y la comida espectacular. A parte, a bajo tiene una zona con chimeneas donde se estaba súper calentit@ y muy relajante.